Edición 172 – Ciclo productivo
La actuación de la Coopamido abarca siete municipios del interior de Bahía
16 de julio de 2014
La actuación de la Coopamido abarca siete municipios del interior de Bahía
16 de julio de 2014
texto Livia Montenegro
foto Fernando Vivas
Rodeadas por los campos cultivados de maíz, sandía, mandioca y eucalipto, las haciendas Novo Horizonte y Novo Horizonte I, ubicadas en el municipio de Laje, en Bahía, se han convertido en abrigo para diversos animales. Un escenario exuberante, donde el águila harpía y otras especies silvestres se sienten seguras y acogidas.
La imagen descrita se volvió realidad gracias a iniciativas como la recuperación de manantiales y la implementación de nuevos sistemas de uso del suelo en las dos haciendas, en un área correspondiente a 620 hectáreas. Fue de la Cooperativa Estratégica del Almidón la idea de restaurar, recuperar y conservar el área. “Creemos en un modelo sostenible de negocio, que agrega productividad y responsabilidad social”, explica Jairo Souza, Presidente de la Cooperativa de los Productores de Almidón de Mandioca del Estado de Bahía (Coopamido).
Fundada en 2009, la Coopamido congrega más de cien productores de mandioca. Su actuación abarca siete municipios de tres regiones de Bahía: Valença y Jaguaripe (Bajo Sur), Santo Antônio de Jesus, Sapeaçu, Conceição do Almeida y Castro Alves (Recôncavo) y São Miguel das Matas (Vale del Jiquiriçá). La cooperativa forma parte del Programa de Desarrollo y Crecimiento Integrado con Sustentabilidad del Mosaico de áreas de Protección Ambiental del Bajo Sur de Bahía (PDCIS), fomentado por la Fundación Odebrecht.
Las raíces de mandioca entregadas por los productores rurales a la Coopamido son procesadas en una industria de procesamiento, donde se muelen y procesan más de 200 toneladas por día. “Los procesos comprenden las etapas de lavado, trituración, purificación y secado”, explica el Gerente Industrial Cristian Konishi. “El almidón, con alto valor agregado, es utilizado en las industrias alimenticia, cosmética, de petróleo y gas, y farmacéutica”, añade.
Con el objetivo de incentivar la generación de trabajo y de ingresos, la Coopamido viene estableciendo alianzas con hacendados de la región para estimular el préstamo de tierras degradadas a los agricultores locales, que las utilizan para el cultivo de mandioca. “Para ser beneficiado, el miembro de la cooperativa necesita promover acciones de carácter ambiental, como la reforestación y la recuperación de manantiales en las propiedades cedidas”, resalta Jairo Souza.
Ingresos familiares
Esta era la oportunidad de trabajo que Roberto Carlos dos Santos, 34 años, esperaba. Habitante de la comunidad Cruzeiro, en el municipio de Laje, pasó a ser miembro de la cooperativa junto con su esposa, Nalva dos Santos, de 32 años. La pareja ahora cultiva mandioca en una de las haciendas aliadas. La media de ingresos mensuales de la familia, que era de R$ 400, pasó a más de R$ 2 mil.
Edson Lobo, 41 años, también se enorgullece de poder ofrecer un futuro mejor para su esposa y sus dos hijos sin necesidad de salir del campo. “Aquí nos sentimos seguros y con más calidad de vida”, afirma convicto el asociado de la Coopamido, que obtiene ingresos de cerca de R$ 2 mil por mes. “Mi mayor sueño es comprar mi propia tierra y conseguir ampliar más nuestros ingresos. Todo eso, claro, sin dejar de ser miembro de la cooperativa”.
En sinergia con la Coopamido, el Instituto de Promoción Humana del Almidón (IPHA) viene capacitando a los agricultores de la región. Actualmente, 30 nuevos beneficiados están recibiendo capacitación. “Utilizando las técnicas más adecuadas desde la siembra hasta la cosecha, ellos se calificarán para desarrollar actividades también en sus propiedades”, resalta Magnólia Santos, Directora Ejecutiva del IPHA. Al final del proceso de formación, con duración de un año, los productores que consigan copiar el modelo agrícola serán invitados a asociarse.
De acuerdo con Anselmo Selhorst, Líder de la Cooperativa Estratégica del Almidón, se estima que 55 agricultores más pasen a asociados hasta 2016. Con la capacidad máxima de producción del primer módulo de la industria, tres más se instalarán en el lugar. Para él, el desarrollo humano siempre irá acompañado de la preocupación y la concienciación de cómo utilizar correctamente los recursos naturales y promover la recuperación de áreas. “Para que nuestro ambiente continúe rodeado de especies de animales nativas, tenemos que conservar y aplicar las técnicas necesarias para mantenerlos en el entorno. Asociar los sectores productivo, social y ambiental proporciona calidad de vida, que retorna a los seres humanos”.
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