La historia de Basílio Santos, de 38 años, es un ejemplo de éxito en la comunidad de Laranjeira, localizada en el municipio de Taperoá, en Bahía. El agricultor celebra la concreción de su mayor objetivo: construir una casa para su familia. “Ese siempre fue mi sueño”, asegura.

Después de cuatro años asociado a la Cooperativa de Productores Rurales de Presidente Tancredo Neves (Coopatan), institución vinculada al Programa de Desarrollo Integrado y Sostenido del Mosaico de Áreas de Protección Ambiental del Bajo Sur de Bahía (PDIS), con el apoyo de la Fundación Odebrecht, Basilio cuenta que logró reunir los recursos necesarios con el cultivo de la mandioca. “Planté más mudas y la productividad se incrementó. Parte del dinero que ganaba con la entrega de la mandioca lo invertía en la nueva vivienda”, explica.

Durante la construcción de la casa, el agricultor encontró una fórmula para solucionar la falta de energía eléctrica en el lugar: “antes de comenzar las obras, compré un receptor de energía solar”. Según Basilio, sus nuevos planes son ampliar la propiedad. “Quiero comprar otro pedazo de tierra para dejar a mis cinco hijos y abrir una caja de ahorro para garantizar nuestro futuro”, afirma.