Al sur de Bahía, la protección de las aguas, bosques y fauna

En cooperación con la Organización de Conservación de la Tierra (OCT), Odebrecht Óleo e Gás está recuperando tres manantiales en el Área de Protección Ambiental (APA) del Pratigi

21 de enero de 2015

Sequías prolongadas, inviernos rigurosos, tempestades y huracanes de intensidad antes vista. Los cambios climáticos observados en las últimas décadas han movilizado la sociedad para reducir los efectos dañinos al planeta. Odebrecht óleo e Gás hace su parte en este esfuerzo global, al compensar las emisiones de gases de efecto invernadero de las unidades de empresa ubicadas en Macaé (Río de Janeiro) e Itajaí (Santa Catarina) y de su sede en Río de Janeiro, por intermedio del Proyecto Pratigi Carbono Neutro.

En cooperación con la Organización de Conservación de la Tierra (OCT), la empresa está recuperando tres manantiales del Río Juliana, en el área de Protección Ambiental (APA) del Pratigi, una región de gran belleza y diversidad natural, ubicada en la región del Bajo Sur de Bahía. La unidad de conservación del estado tiene 170 mil hectáreas y abarca cinco municipios: Ituberá, Nilo Peçanha, Igrapiúna, Piraí do Norte e Ibirapitanga. En el APA del Pratigi, la OCT mantiene un vivero, con capacidad para producir, anualmente, 500 mil plantones de 37 especies nativas, como ingá, palo de corteza, joannesia, “muquiba”, jacarandá.

Los gases de efecto invernadero retienen parte del calor de la luz solar reflejado por la superficie terrestre en la atmosfera, creando una estabilización del clima que posibilita la vida en el planeta. Según los científicos, la inédita emisión de gases de efecto invernadero en el planeta, principalmente el gas carbónico que, a partir de la revolución industrial en el siglo XVIII, es responsable de la radicalización de los fenómenos climáticos actualmente observados.

La lógica de la compensación o neutralización de carbono es sencilla. En promedio, seis árboles plantados son capaces de reciclar 1 t de CO2. Según el cálculo de OCT, la restauración de un área de 2,33 hectáreas, con 3.876 plantones de árboles, compensa las emisiones de Odebrecht óleo e Gás en 2013: un total de 639,84 toneladas.

El director de Sostenibilidad de la empresa, Marco Aurélio Fonseca, explica que la empresa realiza un trabajo continuo y no solamente para compensar sus emisiones. “Buscamos también modernizar los procedimientos para reducirlas. A principios del 2015 evaluaremos las emisiones del 2014 y, a partir de los datos recolectados en el bienio, observaremos el impacto de las nuevas operaciones de la empresa con relación al total de emisiones”, resalta.

Odebrecht óleo e Gás provee soluciones integradas y personalizadas para la industria de petróleo y gas upstream en todo el ciclo del negocio, desde la concepción de ingeniería, gestión de proyectos y prestación de servicios hasta la operación de plataformas de perforación y producción offshore, incluyendo aguas profundas y el presal. La aliada OCT, por su parte, es, según Fonseca, bastante reconocida por el trabajo en el área de control de emisiones de gases.

“Es importante que el Proyecto Pratigi Carbono Neutro se conciba a partir de la participación comunitaria. Tenemos el compromiso con el desarrollo sostenible, de forma amplia, y priorizamos acciones que persigan este objetivo”, afirma Fonseca.

El coordinador de Servicios Ambientales de OCT, Volney Fernandes, cuenta que en el Proyecto Pratigi Carbono Neutro, los integrantes de OCT y pequeños agricultores forman una red de colaboración. Entrenados por OCT, los habitantes identifican en los bosques los árboles matrices, con “pedigree”, recogen las semillas y supervisan el crecimiento de los árboles, controlando el movimiento del ganado y la propagación del fuego. “El Proyecto permite la participación de la gran empresa y también de quien vive en la ciudad, que puede verificar sus emisiones por el sitio web de OCT y también colaborar. Todos somos responsables de la conservación del planeta”, afirma Fernandes.

El APA del Pratigi posee áreas remanentes de la Mata Atlántica, con restingas y manglares, que abrigan algunas especies amenazadas de extinción, como el perezoso y el yacaré overo. La protección de sus manantiales es fundamental para la preservación de la Cuenca Hidrográfica del Río Juliana, un complejo sistema de ríos y afluentes que incluye la Cascada de Pancada Grande, importante atracción turística de la región.

Jeovan Rocha Nascimento, de la comunidad Juliana, vive al borde del Lago de Antônio Rocha, formado por uno de los manantiales que se están restaurando. él vive en el lugar hace 15 años y cuenta que, a pesar de nunca haber secado completamente, la vena del río está bajando año a año. En su propiedad se plantaron 1.800 árboles. él recibe cerca de R$ 500,00 al año para mantenerlas. “Más importante que el dinero es ver el fortalecimiento del río, que es nuestra principal riqueza”, afirma Nascimento.

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